martes, 1 de febrero de 2011

Enfermedad terminal.


Es que el ángel amigo, también puede presentarse en los últimos momentos de tu vida, y su función encomendada divinamente, no es menos importante.


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La familia de Luisa estaba muy triste. Su cáncer terminal de pulmón la tenía internada en el hospital, y sus familiares no veían nada que le hiciera sentir feliz en esos ingratos momentos.
Un día recibió una visita de un Pastor, que dijo llamarse Angel. Su sóla presencia, inspiraba "un amor angelical" que le generaba la confianza de todos. Pidió quedarse a solas con Luisa, a lo que accedió la familia, que además ya estaban acostumbrados a frecuentes visitas de amados hermanos que consolaban pacientes graves en ese piso del Hospital. Se sintieron muy agradecidos que en esta oportunidad fuera el mismo Pastor.
Angel oró por Luisa, y entonó varios cánticos de alabanza a Dios. En su momento, le dijo: Vengo cumpliendo una encomienda de Dios.
Luisa: ¿Y acaso Dios se acuerda de moribundas como yo, abatidas por el cáncer?.
Angel: ¡Más de lo que tú piensas!.
Luisa: Si yo no tengo ya esperanza de vida, ¿qué me puede dar entonces Dios?
Angel: Te puede dar ¡VIDA!.
Luisa: Ja,ja,ja, pero Pastor no ha visto bien cómo estoy.
Angel: Más importante que eso, es que Dios ha visto cómo estás y quiere darte verdadera vida. La que disfrutarás al partir de este mundo, y que tienes que estar preparada, para hacerte merecedora de esa vida.
Luisa: ¿Y cómo es eso de estar preparada?. ¿Qué puedo ya hacer, si se me va la vida?.
Angel: Permíteme platicarte brevemente del maravilloso Regalo de la Salvación Eterna que es posible en Jesucristo, que es para todo el mundo, y todo depende luego de tí. La explicación fue muy breve, no mayor de 15 minutos de amorosas lecciones de vida. La reacción de Luisa, fue una corta meditación, y accedió.
Luisa: Pastor, tomo la decisión de aceptar a Jesucristo como Único y Suficiente Salvador. Guíeme en eso que usted llama Oración de Redención. Luego de concluída tal oración, Luisa lloró de emoción.
Sus familiares ingresaron al cuarto pensando que algo andaba mal. Vieron llorando A Luisa, y ella les explicó la maravillosa experiencia que acababa de vivir, y que le hacía sentir tanto regocijo, al saberse inscrita en El Libro de la Vida, a la vez que recibió la paz requerida para enfrentar su pase a una mejor vida.
Los familiares, envueltos en la alegría de Luisa, no se dieron cuenta de la ausencia del Pastor Angel. Y, sintiendo la necesidad de salir a darle las gracias, salieron a buscarlo, preguntando a los otros hermanos que consolaban a otros enfermos por el paradero del Pastor.
¡Asombro!, y maravillados, incluso confundidos, cuando los hermanos le dijeron que el Pastor de su Iglesia no se llamaba Angel, sino Antonio, y al describirlo físicamente, se dieron cuenta no sólo de que no era el mismo Pastor que momentos antes compartía con Luisa, sino que consideraron la posibilidad de una visita angelical.
Días después, Luisa murió. Sus últimas palabras: No lloren, que voy para un lugar mejor. Busquen a Dios, porque quiero que ustedes se unan a mí, cuando Dios lo disponga. Y, expiró con una sonrisa, cargada de felicidad.


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[Porque mientras hay vida en esta tierra, tienes esperanza de Vida Eterna, si te anotas en el Libro de la Vida Eterna. El Regalo de la Salvación, es gratuito, y sólo requiere de tu decisión personal de profesión de fe].

Nota: Lo más maravilloso de este post, es que está inspirado en "UN HECHO VERÍDICO", y sólo se transformaron mínimamente, algunos detalles por resguardar la privacidad de esta historia, que me fue contada, por una testigo presencial. Es lo que me inspira escribir los post de este blog.

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